Como tantas otras veces
COMO TANTAS OTRAS VECES © SolDef (Marisol) , de la imagen. © Indigo-2014 (nuria p. serrano), de los trazos. Como tantas otras veces, se sentó en el mismo banco. Le gustaba oler el horizonte desde allí mientras leía. Como tantas otras veces, dejaba que su mirada se perdiera entre las grúas, el agua, los barcos que iban y venían mientras el olor de la ría impregnaba toda su piel, haciéndola suya. Como tantas otras veces, se adentraba en la soledad, esa soledad tan llena de silencios sonoros que me enardecía. Como tantas otras veces, cruzaba las piernas cuando algo la sobrecogía: en ocasiones, era el discurrir del agua. En otras, un leve murmullo desde arriba, algún sonido que la hacía salir de esa soledad enardecida que me enardecía. Algo había cambiado hoy. Sus dedos no acariciaban las hojas de uno de sus libros. Entre sus dedos desfilaban rápidas las hojas de una revista. Algo había cambiado hoy. No lograba discernir bien qué. Algo ...