Poesía y gateras
Hay austeridades y austeridades y ventanas y gateras. Curioso el modo en que, cuando una puerta se cierra, pueden abrirse un mundo nuevo. Mezclo hoy sensaciones mías, y ajenas. Cuando un jueves cualquiera te levantas con un cúmulo de tareas, de pronto, algo te ayuda a sonreír, de nuevo. Un escaparate de una nueva librería y Rilke, en el centro. Y las alegrías viejas se hacen nuevas. Pero los tiempos no permitían grandes lujos y ya era uno saborear la poesía en mayúsculas, desde lejos. Unas semanas más tarde, volví a pasar por la puerta de esa librería y allí estaba el libro Paul Auster, Poesía completa , en traducción y prólogo de Jordi Doce . Esta vez, puse límites a las limitaciones de esta crisis impuesta desde fuera y, también, desde dentro y, que me perdone Rilke, entré en la librería con Auster en la cabeza. Pregunté por el precio del libro, casi como una estrategia para ocultar mi alegría, o para tener más tiempo de saborearla. Ya no sé bien. No presté mucha a