Húmedo vientre de hielo
Bebí del vientre fértil de la tierra. Sus párpados gruesos, sus finos labios de acero. Mordí su suave humedad erizada. Su rostro de hielo, su frágil y escueto cabello. Olí su tenue sonrisa de pómulo terso. Su nariz roma, acuosa, sedosa, pequeña. Sentí su placidez yacente : saberse puro fuego. Vi su barbilla afilada , incendiándose de hielo. ¿Fascinación o quimera? No sé. Ya no lo recuerdo. Solo advertí la incandescencia de unos dedos ávidos, rasgando el breve rocío de su vientre de hielo. Trazos e imágenes: nuria p. serrano , ÍndigoHorizonte 2012-2016.