Cal y costra
Ya soy vieja. Los años han ajado mis maderas. Mi candado acumula algún que otro óxido y algunas huellas. La cal que antes vestía mis bordes ya no se enjalbega. La cubren grafitis en verdes y rojos, descoloridos, añosos. Mi piel se curte, se arquea. Sin embargo, sigo viva, aunque muera. Soy la costra de la puerta que abre la gatera donde habitan mis gatos y una sombra certera. © Índigo, de imagen y trazos.