Dime tu nombre ahora que perdí, Maria do Rosário Pedreira
casi todo, un nombre puede ser el principio
de algo. Escríbelo en mi mano
Como tus dedos – como el polvo se
inscribe, desazonado, en los caminos y los
lobos manchan el manto de la nieve con las
señales de su hambre. Susúrramelo al oído.
Como si trasladaras las palabras de un libro
hacia otros adentros - así conquista el viento
el tímpano de las cuevas y entra la calidez del verano
en la casa fría. Y, antes de partir, pósalo
en mis labios lentamente. Es un poema
azucarado que se derrite en la boca y arde
como la primera menta de la infancia.
Nadie olvida un cuerpo que tuvo
entre sus brazos un segundo – un nombre sí.
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Bello poema amiga, has sabido elegir un delicado poema. Felicitaciones a su autora.
ResponderEliminarUn beso.
Obrigada pela visita ao onzepalavras e pelo comentário no texto "Condutor Ausente", e principalmente por me acolher em seu espaço como seguidora.
ResponderEliminarAproveito para te felicitar quanto ao poema bem escrito. É belo.
Voltarei mais vezes.
Abraço, Ana
Maravilloso poema
ResponderEliminarFelicidades a la autora y gracias a ti por compartirlo.
UN abrazo
El poema juega con muchas imágenes y el final del mismo sencillamente me encanta.
ResponderEliminarHacía tiempo que no pasaba por ésta, tu casa, tu hermosa casa, llena de vida.
Un abrazo
a Maria do Rosário é uma poeta excepcional
ResponderEliminarbeijo