Lembrar
XXXI Ya no recuerdo, había gatos, el sol en el fondo ocular, hacia el final de la tarde el brillo del azafrán se desvaía. ¿Qué voz me lleva así de la mano? ¿Qué bosque me espera todavía? ¿Qué brusca sombra incendia el alma, río escondido? Qué sabor, qué forma tiene la luz al entrar por la ventana. Y qué melancolía turbia, tosca, tiene del mirlo azul. ¿O no era suyo ese sonido? Eugénio de Andrade, del original en portugués . IH, de título de entrada, versión en castellano e imagen.