Al fin has de ver, Mário Quintana
Al fin has de ver que las cosas más leves son las únicas que el viento no logró llevarse: un estribillo antiguo, una caricia en el momento preciso, las hojas deshojadas de un libro de poemas, el olor que tenía un día el propio viento… ***Índigo de las imágenes y de esta versión del poema de Mário Quintana.*** Una de las libélulas que me habita me dijo estas palabras mágicas sobre el poeta: " Me has hecho recordar una historia. Cuentan que Mário Quintana, a veces, se ponía triste y se escondía durante días en su piso de Porto Alegre, donde vivía. Y cuentan que un poeta amigo suyo, cuando lo sabía, atravesaba la ciudad y le dejaba al portero del edificio donde Mário vivía, libros, cartas y quindins (que son unos exquisitos dulces portugueses). No pedía subir ni hablar con su amigo Mário; silenciosamente le dejaba esas pequeñas cosas para que Mário se sintiera acompañado… " Otra me mostró un ejemplo más de la emoción por lo diminuto. A ellas les dedico hoy e