Sainete, basura, piedras, manos y árbol
Sigo caminando. Sandalias, falda, camiseta y perras a mi lado. Paso delante de la única casa de puertas abiertas. Es una vieja casa de pueblo. Ahora ya ni en este pueblo se dejan las puertas abiertas. Pero esta casa es distinta: en una puerta viven rumanos y, en la otra, latinoamericanos.
Miro con discreción hacia el escueto balcón habitado: un torso masculino se acurruca en un teléfono. Desde la acera de enfrente oigo el melódico canto: ¿Cómo tú estás, mi vida? ¿Y la nena? Yo bien, todo bien... Y sigo caminando y, mientras camino despacio, con las perras a mi lado, voy perdiendo esa voz y esa historia que ni tiembla entre mis manos. Y sigo caminando. Allí queda el cubano en el balcón abierto a brumas estrelladas*. Y mis perras, de pelo suave acariciado, siguen andando. Y yo, satisfecha, con mi falda, mis sandalias, mis sueños, mis piedras y un árbol, camino pensando en ellas, en los grillos y en su bello canto.
Y aunque al árbol le crecen manos, la basura no logra construir su sainete. Y pese a las piedras enmohecidas y al árbol que no quiere seguir manco, el sol, implacable, inunda la roca, y el eco repite en el torso desnudo del cubano: ¿Cómo tú estás, mi vida? ¿Y la nena?...
Llegó el verano.
ÍndigoHorizonte 2011 (nuria p. serrano), de trazos e imágenes. *Verso de Juan Ramón Jiménez en su poema Desnudos (Adioses. Ausencia. Regreso).
Bonitas fotos y una implacable mirada a la realidad y a los sueños, y preciosa página de poemas de Juan Ramón. Para cada persona la realidad es totalmente diferente y los sueños pueden ser los mismos. Un abrazo.
ResponderEliminarОчень интересные фотографии и сопровождение к ним! Мои поздравления!
ResponderEliminarMúsica de cámara, urbana, compleja. Como la vida misma.
ResponderEliminarAbrazos de marzo.