Cuatro de agosto: azules y blancos.



Y la pizarra se hizo curva para descubrir la redondez azul, entre tu ausencia en blancos y tu calidez de madera y cantos.


Índigo, de imagen y trazos. A mi padre, in memoriam. Y a todos aquellos amig@s que se agarran a  azules y blancos para recordar a quienes se fueron, o se han ido o se están yendo, o se irán, trazando huellas, curvas, abrazos de sosiego. Y suaves lunas de esparto.

Entradas populares de este blog

Carta a Josefa, mi abuela, José Saramago

Los verdaderos poemas son incendios, Vicente Huidobro

Respuesta, José Hierro

Para ser Grande, Ricardo Reis

Obsesión del Mar Océano, Mário Quintana