Entre palabras se te escapa lo que crees saber -pero desconoces- y aún no sabes abrir al silencio. Sabías que ella no mentía—. Calla. Escucha. Observa. Lee. Luego, mira tus fotografías y pregúntate: ¿escuchan o hablan?



Entradas populares de este blog

Carta a Josefa, mi abuela, José Saramago

En el vórtice

Calle leve, como trazo de llamas separando, António Franco Alexandre

Poesía y gateras

De la memoria, Eugénio de Andrade