Soneto de la dulce queja
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
No me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
Federico García Lorca, y aquí, musicado por Amancio Prada.
Gracias por traer esas palabras de Lorca hasta esta mañana de domingo plácida y fría.Si supieras lo que ha significado este poema para mi...Eres especial, amiga.Un abrazo sin frío y con la sonrisa de quien se siente en calma y feliz.
ResponderEliminar...Y dejarse acunar en la voz de Federico. Que rara magia tienen los sonetos que en su cadencia parecen vivr todas ls canciones del mundo.
ResponderEliminarUn beso.
que bela sensibilidade.
ResponderEliminara tua, por escolher lorca; a de lorca, por deixar no tempo tanta beleza. um dos poemas mais lindos que já li é "gazel do amor imprevisto". amo lorca.
beijinho!
Un grande de las letras, el gran Federico...Hermoso soneto, muy bello.
ResponderEliminarUn beso para ti amiga, conservo la luciérnaga en mi corazón.