A água nasce abraçada ao fogo...
E e a água nasce abraçada ao fogo... quei(mar)...!
Tomo prestadas estas palabras de Luciana en su comentario a Volver al agua, para dar título a esta entrada, e introducir las Señales de humo de Benedetti:
Cuando estás en el filo de lo oscuro
y le rindes honor desde tus huesos
cuando el alma purísima del ocio
pide socorro al universo inútil
cuando subes y bajas del dolor
mostrando cicatrices de hace tiempo
cuando en tu ventanal está el otoño
aún no te despidas / todo es nada /
son señales de humo / apenas eso
tu mirada de viaje o de desiertos
se vuelve un manantial indescifrable
y el silencio / tu miedo más valiente /
se va con los delfines de la noche
o con los pajaritos de la aurora /
de todo quedan huellas / pistas / trazas
muescas / indicios / signos / apariencias
pero no te preocupes / todo es nada
son señales de humo / apenas eso
no obstante en esas claves se condensa
una vieja dulzura atormentada
el vuelo de las hojas que pasaron
la nube que es de ámbar o algodón
el amor que carece de palabras
los barros del recuerdo / la lujuria /
o sea que los signos en el aire
son señales de humo / pero el humo
lleva consigo un corazón de fuego
Mario Benedetti, Buzón de tiempo.
Índigo, de la imagen. Luciana Marinho del título de la entrada. Y Benedetti de las palabras, dedicadas hoy especialmente al corazón que late lirismo y al corazón de nieve y colores. Melody Gardot de Who Will Comfort Me, enlazada dos veces al filo de lo oscuro.
Hermoso poema rèpresentado por una imagen o rincon acogedor, buen domingo
ResponderEliminarAmiga, pasa por mi Blog de premios, tienes algo para ti.
ResponderEliminarUn beso.
que bonitas estas señales de humo!
ResponderEliminargracias
belo testemunho de nossa condição humana e sentimentos de aliança. belíssima fotografia também. obrigada pela minha colaboração rs
ResponderEliminarbeijoca, índigo!!