Viento y arena




Aún no sabe tu boca

de mi arena
ni de la sal que derrochan
tus alas


cuando se desploman,
ávidas,
entre mis piernas.



Índigo, de imágenes y trazos.

Comentarios

  1. Y esa boca que espera, por tus sabores y goces, volará de sus laberintos y de sus calles difusas, -donde sin saberlo- se encuentra extraviada, para elevar el vuelo y confundirse en tus caderas.
    Besitos mi querida Índigo.

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Entre la palabra y el silencio, el sosiego.

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