Higos, luz, manos, verde, azul...



Primero, fueron los higos.




Y mi sorpresa.




Luego, fueron tus manos.
Tu cara.
Tu elegancia.
Tu belleza.





Pedí permiso.
Asentiste.
Aun así mi presencia te era ajena.

Intenté ser discreta.

Me diste luz.
¡Tanta que no sé cómo devolvértela!


Índigo, de trazos e imágenes.

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