Marzo y diciembre
Los árboles pierden sus hojas.
Palpitantes de silencio,
las ramas van escuchando sombras.
Habitan su descanso de color.
Y se desnudan,
a contratiempo.
Índigo, de trazos e imagen.
Fotografía - Traducción - Poesía: "allí donde habite" el añil, "sin más horizonte que otros ojos frente a frente".
Bitácora de Nuria Pérez Serrano. Todo el contenido de este cuaderno digital es de mi autoría, salvo cuando se especifique lo contrario. Puede compartirse, sin modificación, previa consulta a: indigohorizonte@gmail.com, y siempre con la debida referencia a:
https://indigohorizonte.blogspot.com/
gracias por esto,
ResponderEliminargracias por todo!
Precioso poema en azules...Abrazos amiga.
ResponderEliminarA contratiempo se desnuda el alma, y el corazón se resiente. Las ramas del árbol del amor deberían ser perennes, de esa forma jamás mutilarían los sueños.
ResponderEliminarUn beso mi querida Índigo.
A mi me gusta mucho ver a los árboles desnudos en invierno, sin embargo me parece muy triste verlos así en primavera o verano cuando agradeces su frondosa sombra. besos.
ResponderEliminarLos árboles estamos vivos.
ResponderEliminarLa naturaleza está despistada por culpa nuestra.
ResponderEliminarSabes que me acordaba de ti y hacía fotografías arboles raros.
ResponderEliminarHemos llegado esta tarde y estoy cansada. Un abrazo