Simiente condicional, Rosa Alice Branco
SIMIENTE CONDICIONAL (versión: ©Índigo, poema original: ©Rosa Alice Branco)
Te veo mirar
a los muertos que la historia embalsamó
para nuestro
gozo. Abres el sarcófago donde un faraón
te espera. Ya tomó los alimentos, miró los tesoros,
pero la vida
(según él) no está en el trigo,
en el oro, en
las fotografías. Quiere la luz del flash,
la luz prohibida
que se mezcla con la del día. Siento la danza
de tus
músculos cuando tu mano acaricia mi cintura
y me ciñes al
instante en que el río se desborda
olvidando sus
orillas. El sarcófago está frío,
la historia
solo arde en la mirada de los visitantes y yo ardo en ti
en la curva
exacta en que me aparto del tiempo. Circundando
la casa polvo y ceniza en la retina mezclada con el agua que fluye
dentro de los
huesos, como si no hubiera tocado esta tarde sepultura
para siempre,
como si tus manos hubieran rozado la piel
de las estatuas
y yo fuera simiente germinando entre tus dedos.
Así abres la
puerta y la luz de la cama. Somos todos los dioses
y animales
que desnudan, la lucha encendida, ¿quién hablaría hoy
de un dios, solo
uno y santo? Antes del verbo siento tu respiración
en mis venas, y se izan las venas y palpan la cima
y tu pie
desnudo fuera del calor de la cama teje círculos alrededor
del tiempo. La
mortalidad es caliente y ofrece el sacrificio
(dice ella)
riendo entre nuestras sábanas deshechas. ¿Qué me espera
tras el trigo?
No hay un antes ni un después. De madrugada
el rocío anega
los campos y en la humedad tejida
en los pétalos la
flor ignora las épocas de sequía.
Tú eres mi
rocío. Te lo digo solo hoy y cierro los labios
para olvidar todo lo que pensaba saber o no.
Palabras que quedan danzando en mi mente amiga, es precioso...
ResponderEliminarLas fotos geniales, muy adecuadas y bien hechas...me encanta la primera.
Un beso.
Intenso poema que casi consigue que me pierda tus fotografías... pero volví a ellas y su manera peculiar de expresar la vida, desde la quietud de la piedra hasta sutilidad del árbol.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy acertado el contraste que desprende esa imagen del rostro impertérrito con el ramaje de los árboles. Mejor en la primera, para mi gusto. Las palabras acaban siendo un marco precioso que recoge la imagen en su interior. Un abrazo.
ResponderEliminarMagnífica fotografía, intenso el poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente fotografia e intenso poema....
ResponderEliminarCumprimentos
Una vez más, la conexión poesia-fotografia logra unos resultados impresionantes.
ResponderEliminarGrácias Núria por hacerlo posible.
Un abrazo
...y yo fuera simiente germinando entre tus dedos...
ResponderEliminarPrecioso Nuria. Imagen y palabras perfectamente coordinadas.
Un beso.
Este texto es de lo mejorcito que he leído por esta tu casa. Profundo y con un mensaje cálido y potente detrás de cada frase.
ResponderEliminarLas fotos creciendo como viene siendo habitual en ti ultimamente.
Un abrazo
Me encanta el encuadre que has elegido, la aportación del árbol es fundamental. El texto es magistral, muchos escritores necesitan 5 libros para expresar la mitad. Besos.
ResponderEliminarImpresionante texto que he leido dos veces para poder empaparme de él hasta la médula.
ResponderEliminarY como siempre, imagen y texto en perfecta conjunción.
Me gusta la primera.
Un abrazo
Que bien sabes unir texto y fotografía, siempre componiendo, y haciéndolo tan bien.
ResponderEliminarSaludos