en amarillos me izo en (r-)ojos me (desl/h-)izo ÍndigoHorizonte-2014, de trazos e imagen. Primera edición: 28 de mayo de 2014, 0:05. Reedición: 23 de marzo de 2024, 7:50.
En este mundo en que vivimos la carta que Saramago escribió a su abuela en 1968 me parece de plena actualidad y un buen punto de partida para una reflexión sosegada y profunda. Por eso, la he traducido al castellano y os la ofrezco a continuación. José Saramago publicó l a crónica Carta a Josefa, mi abuela en el periódico A Capital , de Lisboa, en 1968 . Años más tarde, se publicó en el libro Deste Mundo e do Outro . Ojalá su lectura os hable con palabras que sean vuestras. Texto original: José Saramago. ÍndigoHorizonte 25-08-2017, de la imagen, la introducción y la traducción . Reedición: 03-02-2024 Tienes noventa años. Estás mayor y dolorida. Me cuentas que fuiste la joven más bella de tu época — y yo te creo. No sabes leer. Tienes las manos hinchadas y deformes, los pies maltrechos. Sobre la cabeza llevaste toneladas de paja y leña, baldes llenos de agua. Viste salir el sol todos los días. Con todo el pan que amasaste se podría haber hecho un banquet
en éter florezco suavidad granada carnosa seda ÍndigoHorizonte-2014, de trazos e imagen. Primera edición 30/05/2014, 0:05. Reedición: 27/03/2024, 14:55.
Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras. Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente. Que tú me entendieras a mí sin palabras como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde. Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte, hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes. Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible, la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes. Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte. Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve. Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma, yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese. Criatura también de alegría quisiera que fueras, criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte. Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas y llorar en sus calles oscuras sintiéndote débil, y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros, y s
A Elena , sus colores, su mar, su océano. Con añiles y afecto. Obsesión del Mar Océano, Mário Quintana Traducción: nuria p. serrano, Índigo Horizonte , 2012. Voy andando feliz por las calles sin nombre… ¡Qué buen viento sopla del Mar Océano! Mi amor yo no sé cómo se llama Ni sé si está muy lejos el Mar Océano… Pero veo jarrones llenos de diminutas conchas Sobre las mesas… y chicas en las ventanas Con pendientes y pulseras de coral… Caracolas calzando puertas… carabelas Soñando inmóviles sobre viejos pianos… Y, de pronto, En el escaparate del bazar, tu sonrisa, Antínoo Y me acuerdo del pobre emperador Adriano De su alma perdida y errante en la neblina… ¡Pero cómo sopla el viento en el Mar Océano! Si yo muriese mañana, apenas dejaría, apenas Una caja de música Una brújula Un mapa figurado Unos poemas plenos de esa especial belleza De seguir aún inconclusos… ¡Mas cómo sopla el viento en estas calles de otoño! Y yo aún sin saber cómo te llamas… Pero
Dime tu nombre ahora que perdí casi todo, un nombre puede ser el principio de algo. Escríbelo en mi mano Como tus dedos – como el polvo se inscribe, desazonado, en los caminos y los lobos manchan el manto de la nieve con las señales de su hambre. Susúrramelo al oído. Como si trasladaras las palabras de un libro hacia otros adentros - así conquista el viento el tímpano de las cuevas y entra la calidez del verano en la casa fría. Y, antes de partir, pósalo en mis labios lentamente. Es un poema azucarado que se derrite en la boca y arde como la primera menta de la infancia. Nadie olvida un cuerpo que tuvo entre sus brazos un segundo – un nombre sí. _____________ Índigo (nuria p.serrano) de la imagen y de esta versión de un poema en portugués de Maria do Rosário Pedreira , cuyo enlace podéis seguir para acceder a su blog.