Poema a la madre, Eugénio de Andrade



POEMA A LA MADRE
Traducción: ©Índigo-2014 (nuria p. serrano)
Original: ©Eugénio de Andrade

En lo más hondo de ti,
sé que te traicioné, madre.

Todo porque ya no soy
el retrato adormecido
en el fondo de tus ojos.

Todo porque tú ignoras
que hay lechos donde el frío no se demora
y noches rumorosas de aguas matinales.

Por eso, a veces, las palabras que te digo
son duras, madre,
y nuestro amor es infeliz.

Todo porque perdí las rosas blancas
que apretaba junto al corazón
en el retrato enmarcado.

Si supieses que aún amo las rosas,
tal vez no llenases las horas de pesadillas.

Pero tú olvidaste muchas cosas;
olvidaste que mis piernas crecieron,
que todo mi cuerpo creció,
y ¡hasta mi corazón
se hizo enorme, madre!

Mira, ¿quieres escucharme?,
a veces aún soy el niño
que se adormeció en tus ojos;

aún aprieto contra el corazón
rosas tan blancas
como las que tienes enmarcadas;

aún oigo tu voz:
Érase una vez una princesa
en mitad de un naranjal...

Mas -bien sabes- la noche es enorme,
y todo mi cuerpo creció.
Salí del marco,
di a beber mis ojos a las aves.

No me olvidé de nada, madre.
Guardo tu voz dentro de mí.
Y te dejo las rosas.

Buenas noches. Voy con las aves.





©Índigo-2014 (nuria p. serrano) de las imágenes, y de la traducción del poema de ©Eugénio de Andrade cuyo original, Poema à mãe,  se puede leer en Primeiros Poemas, As mãos e os frutos, Os amantes sem dinheiro, Assírio & Alvim, ISBN 978-972-37-1649-S, y escuchar a continuación:


Entradas populares de este blog

Carta a Josefa, mi abuela, José Saramago

Los verdaderos poemas son incendios, Vicente Huidobro

Respuesta, José Hierro

Para ser Grande, Ricardo Reis

Obsesión del Mar Océano, Mário Quintana