ÍndigoHorizonte 2015, de trazos e imagen.



EL MANANTIAL

Aún recuerdo el manantial. 
Y su misterio.
Ha pasado mucho tiempo ya,
pero aún lo recuerdo.
Es un arpegio vago como un eco,
un murmullo de olas sin orilla.
Sin embargo, al cerrar los ojos,
ulula en mí su aullido inconfundible
y me empapa la densidad de su caricia,
y su pálpito de gacela líquida.
En esta tempestad que ahora me habita
es el manantial mi mejor herida.
Como albatros se anuda a mi cuello,
crepita de esperanza como un sueño,
incendiándome de lluvia enfebrecida,
y en mi umbral de tierra y espiga
siento el frenesí del agua,
la delicia que limpia la fisura.



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