O teu rosto, António Ramos Rosa
Soñé tanto con un cuerpo ardiente
entre el fragor de los monstruos y la mudez de los muros
que mi sudor modeló los espectros del mundo
y las funámbulas figuras de mi deseo errante
Me perdí tantas veces en la desesperación del laberinto
en la soledad de la sed y en el fondo de un túnel
que me sentí incapaz de esperar el nupcial encuentro
que me liberaría de los círculos infernales
Pero te encontré más allá de la niebla
con el fulgor oval de un comienzo puro
y con la fragancia de tus ojos matinales
En el ardor animal mi sangre subía
y en tu rostro veía una rosa azul
y en tus labios un sueño de inteligencia blanca
donde volaban dos aves en la penumbra de las fronteras
Veo tu rostro cotidiano
como si la penumbra
tuviese ojos
o como si las raíces pudiesen ver
a través de la sombra
Estoy en el humus de la casa
en el humus del silencio
y veo a través de las vértebras
de una luz subterránea
tu rostro de tierra
Hay siempre muros y muros
y la niebla de los días
mas tú eres una llama
sobre la mesa puesta
Llega la noche y las serpientes
circundan las lámparas
y achican el espacio
Cada cual busca
en la palma de las manos
los granos verdes del mar
El monstruo vago de la noche
desenfoca nuestra mirada
y los ojos vacilan
Tu rostro persiste
como si tu torso fuese
el tronco de un árbol
Amo tu henchido candor de astro
tu pura integridad delicada
tu permanente adolescencia de secreto
tu fragilidad encendida siempre altiva
Por ti soy la seguridad leve
de un pecho que pulsa y canta su llama
que se levanta y se inclina ante tu hálito de pájaro
o ante la lluvia de tus pétalos de plata
Si guardo algún tesoro no lo apreso
porque quiero ofrecerte la paz de un sueño abierto
que dure y fluya en tus venas lentas
y sea un perfume o un beso un suspiro solar
Te ofrezco esta frágil flor esta piedra de lluvia
para que sientas el verde frescor
de un vergel de blancas cortesías
porque por ti vivo y por ti nazco
porque amo el oro vivo de tu rostro
Es por ti que escribo, que no eres ni musa ni diosa,
sino la mujer de mi horizonte
en la imperfección e incógnita del día a día
Por ti deseo el sosiego oval
en que puedas identificarte en la limpidez de un centro
en que la felicidad se revele como un jardín blanco
donde reconozcas la dalia de tu identidad azul
Porque amo la cálida hermosura de tu torso
la latitud pura de tu frente
tu mirada de agua iluminada
tu sonrisa solar
Porque sin ti no sabría del girasol del horizonte
ni de la henchida integridad del trigo
busco en las palabras fragantes un oasis
para la ofrenda de mi sangre inquieta
donde presiento la trayectoria bermeja de un sol
que quiere resplandecer en largas planicies
surcado por un tranquilo río caudaloso
Cuando te vi sentí un puro temblor de primavera
y la voluptuosa blancura de un perfume
En mi sangre bogaban levemente
anémonas estrellas barcarolas
El silencio que te envolvía era un gran disco blanco
y tu rostro solar tenía la bondad de un barco
y la pureza del trigo y de suaves azucenas
Cuando descubrí tu seno de luminosa luna
y vi tu vientre profusamente blanco
sentí que nunca había visto la claridad de la tierra
ni acariciado jamás una guitarra redonda
Cuando toqué la trémula golondrina de tu sexo
la adolescencia del mundo fue un relámpago en mi cuerpo
Y cuando me tendí a tu lado fue como si todo el universo
se volviese arca de terciopelo
Tan lentamente pura y suavemente suntuosa
fue tu entrega que renací entero como un ángel solar
Tú deseas saber
Yo no porque sé que nunca sabré
Tú quieres abrir las puertas del conocimiento
para fundar tu integridad
Yo me entrego al vago e indefinible vagar
de la luz sobre la página que nunca es un oasis
y no conduce al plácido puerto que en ella presentimos
Tú deseas ir más allá de las secuencias cotidianas
yo busco también un más allá
pero en el interior de la sombra de mi cuerpo
al ritmo de la respiración
para fortalecer mi incierta identidad
Tú no desistes de llegar a conocer la lucidez del centro
para que la vida encuentre su equilibrio y horizonte
Yo no conozco horizonte más allá de la vaga claridad
que a veces brilla en el silencio de un abandono
y en la fluidez de las palabras que buscan la desnudez
Tú buscas algo que trascienda el mundo
yo busco el mundo en el mundo o en su más acá
Yo sé que la fragilidad puede centellear
como una constelación o como un delta
cuando el cuerpo se entrega sobre las dunas del silencio
Tú quieres ser la columna o la balanza viva
del puro equilibrio que sustenta el mundo
Versos de António Ramos Rosa extraídos del libro O Teu Rosto, Antologia Poética, P. D. Quixote, 2001. Nuria Pérez Serrano (ÍndigoHorizonte 2018) de la traducción y la imagen. A continuación, estos versos en portugués en la voz de José-António Moreira.
Fuerte, fuerte ese audio que pone los pelos de punta. El ritmo, la voz y el contenido impone silencio, un silencio no solo de verbos inútiles, sino algo mucho más mental, mas de vacío absoluto.
ResponderEliminarLa foto muestra esos ojos atentos, como asombrados de tanto abismo posible, iluminados por tanto amor contenido. Un fuerte abrazo
La imagen preciosa y el audio..... Puff me he quedado sin palabras.
ResponderEliminarHola Núria...ya de vuelta ...espero que todo esté bien...
ResponderEliminarSolo la voz de Antonio ya te lleva a lo profundo del pensamiento y si le añades el texto se te mueve incluso los que no sabes que llevas dentro...
El macro estupendo
Un abrazo
Hola, encantado de volver a visitar tu blog, espero todo vaya bien por ahi, preciosa la imagen que nos presentas, excelente el bokeh y la luz, saludos
ResponderEliminar¡Qué hermosura de poema, voz e imagen!
ResponderEliminarGracias, querida Nuria.
Abrazos.