Arena de mil desiertos - IH
L e hubiera gustado contarte muchas cosas. Mil granos de huellas por cada ola de arena. Pero apenas tenía nada que decir. Más que individuo era gente. Silencio. Barbecho. 804 kilos de espasmo. Túetano. Amalgama de ría: corriente, tierra buscando una sombra acesa. Prístina está la mar, Cristina. ¿Arde entre nubes el bosque? Riadas de tempo son sangue . Aún es hora de llegar, Bispo. Sim, p orque hoje é quinta feira, Roberto. Y ya sabes, ya. Não foi por interesse, mas com todo interesse do mundo . Y ese horizonte de fuego : Camiño, camiño branco ... non séi para dónde vas, Najla. ¡Y la vida, que, a ratos, muestra su desnudez más bella entre blancos camiños de mar! Cristina, Bispo, Roberto, Najla: ola, horizonte, monte, arena ... caminos viejos que encuentran caminos nuevos, puro lirismo que recomiendo: Na lingua que eu falo , Najla Shami...
Esta entrada destila vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy interesante toda esta serie ... 'herida sangrante'
ResponderEliminarUn abrazo
·.
ResponderEliminarSupura el árbol por su herida. Tal vez sea para recordarnos nuestro 'maltrato arbóreo'
Me ha encantado el vídeo. Nunca soplé muy bien una caracola pero si he hecho zumbar sonoramente una especie de boomerang atado a una cuerda.
Un beso
.·
LMA · & · CR
A veces me pierdo en ocasiones mi mirada no acierta a detenerse en aquello que está sucediendo a solo un palmo de mis ojos. Hay momentos en que la oscuridad es su hábitat natural debido a deslumbramientos ocasionales. Yo me esfuerzo en educarlos en la vuelta a esas praderas en las que las cosas suceden entre la miel y el romero. Esos bosques en los que alguien camina buscando no se que sonido eterno y de pronto, va y lo encuentra y lo muestra y lo devuelve todo a su ser natural.
ResponderEliminarGracias Nuria.
Cuidemos de ellos. Gibran decía “Un árbol es nuestro contacto más íntimo con la naturaleza". Nos dan mucho y les damos muy poco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado mucho tu post, la imagen preciosa.
ResponderEliminarYa huele a primavera.
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
Precioso detalle donde destaca el contraste entre la suavidad de la resina frente a la dureza de la corteza del árbol.
ResponderEliminarBien vista y editada, Nuria.
Besos.
Sola la plenitud a este lado de la metamorfosis.
ResponderEliminarImpecable, Nuria!
¡Qué hermosura de árbol! ¿El título se refieres a: bendición? La de la naturaleza sin duda que nos ofrece la sabia de tantas especies.
ResponderEliminarDisculpa mi tardanza, el taller de teatro me tiene absorbida y ocupada.
Abrazos