Viento
En la senda de Ra parecías decir en silencio.
La delgadez del perro que reniega del pienso.
Esa mirada turbia a la que se le va desencajando el hueso.
Y esos ojos volcados en el delirio
que duda si ser aún instrumento del viento.
La delgadez del perro que reniega del pienso.
Esa mirada turbia a la que se le va desencajando el hueso.
Y esos ojos volcados en el delirio
que duda si ser aún instrumento del viento.
Suspendida en el espacio, haciéndose dueña del viento que le presta su hueco, aparece preciosa y majestuosa tu mirada en forma de flor.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
La música es una delicia.
Eso le pasa a mi gato, por cierto qué bellezón columpiándose a su antojo o antojo del viento, pura armonía.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
·.
ResponderEliminarUna vez más el trío perfecto.
La foto, con su acostumbrada delicadeza, flotando en esa 'nada'
Un poema tan delicado como la foto. Me encanta esa línea del perro...
Y las lecciones del maestro. Así se entiende que lo que sale bien es porque hay un alma detrás.
Un abrazo Nuria.
.·
LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Yo veo sólo la hipnótica llamada de una cobra real, a la que no es posible mirar de frente sin riesgo de deslumbramiento. La naturaleza siempre nos sorprende con estos juegos paralelos.
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