Queima-te
XXX
Te quema la memoria de la noche anterior
al hablar, te quema la sal
de la boca que primero te mordió,
después te besó.
No tienes espacio para morir
al albor, no tienes sino un hueco
donde esconder las lágrimas,
una rama seca para espantar las moscas.
El oficio del alma es desaprender.
Los animales son la maravilla,
sin memoria de haber sido hermanos
del lucero del alba.
Tal vez ya apagado o en ruinas.
Eugénio de Andrade, del original en portugués.
IH, de título de entrada, versión en castellano e imagen.
Desaprende el alma y en ángel se convierte.
ResponderEliminarEl dedo sanador que devuelve la vida.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate.
Tristes palabras. Y también voló...Solo su cuerpo quedó ahí.
ResponderEliminarBuen domingo Nuria, bueno lo que queda de él.
Un abrazo.
A mí me ha llegado al alma eso de que "el oficio del alma es desaprender"
ResponderEliminarpero debe ser así .
Me entristece la imagen aunque reconozco que es muy buena.
Un fuerte abrazo
Tristes palabras para una imagen triste.
ResponderEliminarUn beso.
...y después de ese mordisco, de ese fuego y de esa salina que se abraza a la boca y abrasa los labios solo queda bajar al vacío, allí donde ellos habitan sin memoria, sin presencia consciente (eso creemos nosotros) e inventar un hilván que proyecte una pequeña vereda que una su ser con el tuyo y así acudir a la meta final en compañía.
ResponderEliminarMagnifica foto y soberbio poema.
Abrazote enorme
Es cierto, amiga... No sabemos si venimos a aprender o desaprender algo...
ResponderEliminarUnas palabras que inducen a pensar...
Un abrazo. La foto es preciosa
¡Oh! Tristeza en blanco y negro por esa hermandad que dice el poema y que creo firmemente.
ResponderEliminarMuchos besos.