Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras. Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente. Que tú me entendieras a mí sin palabras como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde. Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte, hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes. Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible, la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes. Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte. Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve. Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma, yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese. Criatura también de alegría quisiera que fueras, criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte. Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas y llorar en sus calles oscuras sintiéndote débil, y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros, y s...
Magnífica foto. El difuminado progresivo del arbol es precioso.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Núria
A seguir mostrando estas miradas. Es un gusto contemplarlas.
ResponderEliminarBuena noche Nuria.
Un abrazo.
ResponderEliminar·.
Siempre contando mucho con muy poco.
Me gusta mucho ese desvanecimiento, anunciando la primavera, y los colores justos.
Un beso Nuria
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LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Todo es luz levemente penetrada por esas ramas que se dejan ver solo para hacernos notar que la belleza no está en un solo extremo de la dualidad sino en su fisión. Solo de este modo, admitiendo las luces y las sombras alcanzaremos la perfección (si es que esto es posible)
ResponderEliminarUn abrazo enorme Nuria.
Poesía en forma de imagen que por alguna asociación de ideas, me trae a la memoria los cerezos en flor en Aomori que creo son por estas fechas. Me gusta mucho. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre nos llevas a otros mundos, cosa que me encanta
ResponderEliminarEs una exquisited lo que haces al mostrarnos lo tenue. Abrazos
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