Génesis, Jorge de Sena


 


De mí, ya no hablo más: no quiero nada.
De Dios, ya no hablo más:  no queda abrigo.
No hablaré tampoco del mundo antiguo,
pues nace y muere cada madrugada.

Ni de existir, que es vida traicionada,
para sentir el tiempo andar conmigo;
ni de vivir, que es libertad errada,
y huye todo Amor si lo persigo.

Y la justicia ...-¡Cuántos jóvenes nuevos
en vano esperaron y no la vieron!
Y la eternidad... ¡Transmigración de pueblos!

No hay verdad: el mundo no la esconde.
Todo se ve: mas no se sabe dónde.
Mortales o inmortales, todos mintieron.

Índigo Horizonte, de la imagen y de esta versión del soneto de Jorge de Sena titulado Génesis.

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