Vetusto espliego
Toda la noche desnuda
recorro tu cuerpo abrupto,
mordiendo hasta el deseo.
Vierto la copa de la ausencia
Y me yergo, embriagada
por tu aroma de espliego.
Y rompo en mil pedazos tus recelos,
derrochándome, sedienta y golosa,
entre tu nariz y tus cabellos.
Y llueven destellos, centelleos.
Y se resquebrajan, lentos,
los espejos.
Y se turban de lluviosa luz
las hojas verdes
del deseo.
Índigo, de trazos e imagen.
Красиво! Прекрасная фотография и сопровождение к ней!
ResponderEliminarY eres tú, la que en verbasco y lavanda
ResponderEliminarcontemplas su cuerpo.
Derramando enajenada, palabras
con lenguaje de hojas voluptuosas.
Toda la noche contemplando, secretos y respiros,
en los espejos cóncavos,
de sedientos labios.
Mi querida Índigo, me encanta leerte así de intensa, imposible entonces que mi alma no elabore versos...
Un beso de lapislázuli, con un poquito de frío.
Bellísima poesía, llena de aromas y de sensibilidad.
ResponderEliminarUn placer aterrizar en tu blog
Admiro tus letras. Esa poesía llena de vida. Aunque tenga ausencia o tristeza, es vida.
ResponderEliminarAbrazotes.