Hay mil rostros en la tierra: y ahora no consigo, Cecília Meireles




Hay mil rostros en la tierra: y ahora no consigo, Versión de Índigo (nuria p.serrano)

Hay mil rostros en la tierra: y ahora no consigo
recordar uno siquiera. ¿Dónde estás? ¿Te inventé?
Sólo veo lo que no veo y no sé si existe.
Esperamos así. Por esperanza, la espera
se va tornando sueño afable; mas descubro
en la mirada que te busca una niebla de rocío.


Cualquier palabra que te diga carece de sentido.
Estoy soñando, nada escucho, nada alcanzo.

Quien me ve no me ve, estoy fuera del mundo.



Allí, constante presencia en memoria guardada
percibo tu esencia – y no sé ni tu nombre.
Y a la tentación de tantas máscaras felices
se opone mi sangre, leal, nítida.

Índigo (nuria p.serrano), de las imágenes y de esta versión al castellano de un poema de Cecilia Meireles.

Comentarios

  1. Perdidos en un océano de seres desconocidos...

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  2. Tal vez lo que buscamos ¿no existe?, no puedo aceptarlo. Todavía confío que dentro de esos miles de rostros exista el que sueño. Precioso poema de Cecilia, una belleza dentro de su melancolía.
    Besitos mi querida Índigo.

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  3. Sem dúvida que a terra tem mil rostos.
    Belíssimo poema de Cecília Meireles e fotos a condizer.
    Besos Indigo

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  4. Es un bello poema de Cecilia Meireles..llano de melancolia y tristeza..
    A veces lo que vivimos parece que lo soñamos..a veces estamos fuera de este mundo en niebla, soñando...
    un abrazo

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  5. Terre sauvage et liberté!
    Merci pour ces très belles photos et très belle journée chère Indigo

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  6. Precioso poema y magníficas foto. Estas si que las reconozco, ahí veo las esplendidas choperas. Estate atenta en noviembre que es cuando más me gustan a mi, totalmente peladas y con el suelo alfombrado de hojas secas. Besos.

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  7. A pesar de la melancolía del poema me ha encantado, subyace un hálito de esperanza.Unas fotos magníficas, amiga Indigo.Y te confieso que el portugués me apasiona.Gracias siempre.Un abrazo

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  8. Bueno, no están mal estas con la nueva cámara, me gustan mucho la de los líquenes en las rocas. Besos.

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Entre la palabra y el silencio, el sosiego.

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