Piedra, pluma, anémonas
Encontré una pluma
para escribir deseos
en el vientre fértil y húmedo
de la piedra.
Había también un diván verde,
embebido de río, donde refrescar los pies
embebido de río, donde refrescar los pies
y tumbarse a la sombra.
Un cardo dibujaba algodones
entre pinchos de bronce
y pajizos aromas.
Suave la brisa
salpicaba de amarillos
sombras y rincones.
Entre verdes y marrones
se vestían de luz las hojas
y de la piedra brotaban
círculos de rosas.
se vestían de luz las hojas
y de la piedra brotaban
círculos de rosas.
Un hocico dibujaba senderos
en la febril telaraña
de un tronco ajado de hormigas rojas.
Y entre las flores muertas
estallaban en blancos y amarillos
miríadas de anémonas.
Índigo, de imágenes y trazos.