En este mundo en que vivimos la carta que Saramago escribió a su abuela en 1968 me parece de plena actualidad y un buen punto de partida para una reflexión sosegada y profunda. Por eso, la he traducido al castellano y os la ofrezco a continuación. José Saramago publicó l a crónica Carta a Josefa, mi abuela en el periódico A Capital , de Lisboa, en 1968 . Años más tarde, se publicó en el libro Deste Mundo e do Outro . Ojalá su lectura os hable con palabras que sean vuestras. Texto original: José Saramago. ÍndigoHorizonte 25-08-2017, de la imagen, la introducción y la traducción . Reedición: 03-02-2024 Tienes noventa años. Estás mayor y dolorida. Me cuentas que fuiste la joven más bella de tu época — y yo te creo. No sabes leer. Tienes las manos hinchadas y deformes, los pies maltrechos. Sobre la cabeza llevaste toneladas de paja y leña, baldes llenos de agua. Viste salir el sol todos los días. Con todo el pan que amasaste se podría haber hecho un banquet
lilies of the valley avidly vanishing in watercolour dancing ÍndigoHorizonte-2014, de trazos e imagen. Primera publicación: 13/06/2014, 0:05. Reedición: 17/04/2024, 14:40.
25 de abril siempre 25 DE ABRIL Esta es la madrugada que yo esperaba El día inicial entero y limpio En que emergimos de la noche y del silencio y libres habitamos la sustancia del tiempo ÍndigoHorizonte-2014 (Nuria Pérez Serrano), de las imágenes y de la traducción del poema de Sophia de Mello Breyner Andresen , cuyo original, 25 de abril , se puede leer en: O nome das Coisas – Editorial Caminho – 4ª edición, ISBN: 972-21-1603-7 . Gabriel Fernández Ramos de la edición de este vídeo realizado con algunas fotos mías y otras extraídas de la red. Música: Zeca Afonso. Grândola, Vila Morena .
BÁSTAME un pequeño gesto tenue, lejano y leve para que vengas conmigo y yo para siempre te lleve… - Gesto que yo no haré. Una palabra caída de montañas de instantes deshace todos los mares y une las tierras más distantes… - Palabra que no diré. Para que tú me adivines, entre vientos taciturnos, ahogo mis pensamientos, visto vestidos nocturnos, - que amargamente inventé. Y, mientras no me descubres, entre mundos voy vagando en el aire cierto del tiempo, hasta no se sabe cuándo… - Y un día me apagaré. ----------- Índigo (nuria p.serrano) de la imagen y de esta versión en castellano de un poema de Cecília Meireles.
La marea, en el corazón, me zarandea como un cisne. Me muero en cada canción, de una inocencia al aire libre. Al fin un barco depende, de cómo atraque en el puerto. Mi firmamento se expande, mil años luz, en lo incierto. Soy el fantasma de luna, que sale en noches de escarcha. Para abrazarte en la bruma, y recogerte en su marcha. En la almadraba de julio, lucía un atún solitario, que parecía rezar, con las perlas de un rosario. Recuerda el perro de mar, que libramos de condena. Empeñado en enterrar las algas sobre la arena. Late allí también la vida, con su pulmón de franela. Llora el tiempo a la deriva, frío gris que nos espera. Me acuerdo de aquellas tardes, corriendo sobre la espuma, como caballos salvajes, las caricias, una a una. O ángel del placer perdido, O rumor de aquella cumbre, mi deseo y poderío son ya nostalgia de la lumbre. Diablo de