Desde el patio
Me sentaba en el patio y escuchaba
el murmullo del viento
y, a lo lejos, una gaita.
Me levantaba luego;
corría hacia el río,
hacia la puente,
y allí, en el balcón,
estaba ella, esperando.
Índigo, de imagen y trazos.
Otoño II - IH
En astillas de estío estalla el otoño. ÍndigoHorizonte – 2013, de imagen y trazos. Primera edición: 4/10/2013, 0:30. Reedición: 4/13/2024, 15:52.
La ternura y la entrega siempre nos esperan en un balcón o entre el silencio de una casa. Hay rostros que no nos fallan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenisima. Una imagen que habla y cuenta una historia por si sola.
ResponderEliminarEl texto acompaña.
Un abrazo
Un luminoso retrato para esta segunda pieza pieza del puzzle (muy gallega). Maravillosas las fotos antiguas del vídeo. Besos.
ResponderEliminarUn texto con ternura, uno va viviendo lo que hay que vivir...y casi al final se da cuenta de que hay alguien esperando.
ResponderEliminarSaludos y un placer.
¡Qué hermoso! Me gusta su cara agradecida.
ResponderEliminarBesos
Se nota que te gusta la poesía sencilla, la revelación de lo cotidiano. Me ha gustado ese homenaje a la libélula, insecto precioso y enigmático y palabra de lo más eufónica.
ResponderEliminarUn placer visitar tu espacio. Ah, y gracias por detenerte a comentar mi blog.
Llevo unos días dedicada a otros menesteres y no he aparecido por aquí.
ResponderEliminarLa belleza de la vida es la que transmite su cara.
Un abrazo
Siempre es bueno que alguien te espere. Besos.
ResponderEliminarCon sonido se disfruta más. La composición es perfecta y la mirada de la señora nos invita a imaginar.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tan bella descripción. Besos.
ResponderEliminarEl murmullo del viento acaricia mis oídos y aparecen en mi mente las palabras pronunciadas que un lejano día le regalé. besos.
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ResponderEliminarEllas siempre esperan, hasta sabiendo que no regresamos cuando ellas esperan.
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