Libélula
LIBÉLULA (©Índigo)
No la salvó
tu voz de niño pidiendo alimento:
“yo te quiero
mucho, mamá, no te vayas.
Me gusta
mucho tu comida, sabes, mamá.
¿Quién me
hará la comida si tú te vas?”.
No la salvó
tu inocencia ni tu zarpa afilada.
La salvó
una nube tardía teñida en naranja.
La salvó
una escueta línea azul de libélula,
sin alas.
©Índigo – 2013 (nuria p. serrano), de imágenes y trazos. Canciones enlazadas: Il y avait un jardin, de Georges Moustaki, y Alas de Pablo Guerrero.
Muy bonitas las dos fotos, en la segunda ese fondo tan limpio y desenfocado me gusta mucho.
ResponderEliminarSaludos
El mundo de las libélulas es fascinante, siempre me recuerdan a mi infancia...
ResponderEliminarY las fotos son poemas...
Un beso amiga.
Un pare de magníficas imágenes, sobretodo la segunda, sensacional por su desenfocado, nitidez y texturas.
ResponderEliminarUn abrazo Núria
La segunda te ha quedado de cine
ResponderEliminarUn abrazo
Hermosas imagenes y hermosas palabras, Nuria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy chulas. Me gusta mucho la primera. Un abrazo.
ResponderEliminarEl lenguaje de las metáforas es sagrado ¿verdad?. Podemos abrirnos, expandirnos, entregarnos y desaparecer y, sólo los ojos que saben ver en la poesía la ciencia de la cosas del alma, entenderán.
ResponderEliminarNo quiero decir más cosas, que rompen la magia de la intimidad. Sólo sé, sólo sabes, que yo sé.
Besitos, mi más querida amiga.
Una maravilla más que añadir a tu ya dilatada lista de aciertos.
ResponderEliminarme gustan mucho las dos. Un abrazo
Yo no elijo son preciosas las dos...Hoy nos regalas tú las alas:))
ResponderEliminarUn beso.
son hermosas... sus alas con diseños y el cuerpo largo con colores de diva!!!
ResponderEliminarPreciosas fotos, sobre todo la primera te ha quedado exquisita! Besos.
ResponderEliminaro se inclinar sobre o mundo dos pequeninos seres de grandiosa delicadeza... unificar as vozes numa presença para manter-se na vida.
ResponderEliminarlindas imagens!
beijos, querida.
Dos preciosos regalos. captaste de maravilla la transparencia de sus alas... y evidentemente una libélula azul.
ResponderEliminarAbrazos
Sé que Whitman te lee con emoción, Nuria.
ResponderEliminarUn beso.
UN POST MUY DELICADO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Un bonito homenaje a Georges Moustaki. Precisamente hoy, ahora mismo, estoy escuchando sus discos en Spotify. Parece mentira que hayan pasado ya 31 años desde que lo vi en directo en Madrid. Besos.
ResponderEliminarDos fotos geniales para un texto muy acorde, felicidades.
ResponderEliminarBesicos.
Tus fotos sacan belleza donde parece no haberla, las libélulas no son nada bonitas.
ResponderEliminarY además le añades tus palabras... el no va más.
Un abrazo.
Quiero ir Nuria, con esa magia quiero ir, vivo o vivo.
ResponderEliminarY beso.