Cal y costra
Ya soy vieja. Los años han ajado mis maderas. Mi candado acumula algún que otro óxido y algunas huellas. La cal que antes vestía mis bordes ya no se enjalbega. La cubren grafitis descoloridos y añosos en verdes y rojos. Mi piel se curte, se arquea. Y, sin embargo, sigo viva, aunque muera. Soy la costra de la puerta que abre la gatera donde habitan mis gatos y una sombra certera.
Trazos e imagen: nuria p. serrano, ÍndigoHorizonte 2012-2016.