Varados ante el horizonte 
somos el instante infinito 
en que cielo y arena
se anegan.

Entradas populares de este blog

Carta a Josefa, mi abuela, José Saramago

Calle leve, como trazo de llamas separando, António Franco Alexandre

25 de abril, Sophia de Mello Breyner Andresen

Los verdaderos poemas son incendios, Vicente Huidobro

Agua azul, José Saramago

Explicación de la eternidad, José Luis Peixoto