Aurora Boreal
Cuando sientas la aurora crepuscular, déjala hurgar silenciosa en lo que de verdad tiene la mentira. Observa cómo sus hilos verdiazules hilvanan la impostura. Demórate en la agudeza con que la aguja te muestra el hueco y cose lentamente las heridas. Cierra los ojos luego y, desde la ceguera más ciega, sé, también tú, luz e hilván y dobladillo y aguja y pespunte ensimismado en suave y lenta sutura.
IH, de trazos e imagen.
Oh, que creación y que palabras tan bellas, aunque no tengo claro haberlas comprendido plenamente. Pero todo resulta de especial belleza.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué delicadeza! Una preciosidad
ResponderEliminarGran abrazo.