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IV

Acercas el rostro a la melancolía y ni siquiera

escuchas el ruiseñor. ¿O es la alondra?

Soportas mal el aire, dividido

entre la fidelidad que debes


a la tierra de tu madre y al casi blanco

azul donde se pierde el ave.

La música  llamémoslo así

fue siempre tu herida, pero también


fue sobre las dunas la exaltación.

No escuches el ruiseñor. Ni la alondra.

Es dentro de ti

donde toda la música es ave.

 

Eugénio de Andrade, del original en portugués.

IH, de versión en castellano e imagen.

Comentarios

  1. Una sutileza de flor y una belleza de fotografia con esos tonos suaves.
    Un abrazo y cuídate.

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  2. ...y es el corazón, el que te guía y te toma las manos y te presta sus ojos líquidos para que sea ese pequeño trozo de realidad de una tierra que es tu raíz quien te abrase la mirada y de este modo la alondra y el ruiseñor se hagan uno en ti y tu una con ellos y a su vez con la flor.
    Abrazo enorme

    ResponderEliminar
  3. Bellisima y delicadisima imagen, amiga...
    Me encanta todo

    ResponderEliminar

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