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Acorde silenciado
Cómo se hace el poema, Nuno Júdice
Cómo se hace el poema, Nuno Júdice Para hablar del mejor modo de hacer un poema, la retórica no sirve. Se trata de algo simple, que no precisa de retóricas ni fórmulas. Se toma una flor, por ejemplo, pero que no sea de esas flores que crecen en medio del campo, ni de las que se venden en tiendas ni mercados. Es una flor de sílabas, en que los pétalos son las vocales y el tallo una consonante. Se pone en el jarro de la estrofa y se deja estar. Para que no muera, basta el pedazo de primavera en el agua que va a buscar la imaginación en un día de lluvia, o el que entra por la ventana cuando el aire fresco de la mañana llena el cuarto de azul. Entonces, la flor se confunde con el poema, pero todavía no es el poema. Para que nazca, la flor precisa encontrar colores más naturales de los que la naturaleza le dio. Pueden ser los colores de tu rostro –su blancura, cuando el sol se vierte en ti – , o el fondo de tus ojos en que todos los colores de la vida se confunden c...
Carta a Josefa, mi abuela, José Saramago
En este mundo en que vivimos la carta que Saramago escribió a su abuela en 1968 me parece de plena actualidad y un buen punto de partida para una reflexión sosegada y profunda. Por eso, la he traducido al castellano y os la ofrezco a continuación. José Saramago publicó l a crónica Carta a Josefa, mi abuela en el periódico A Capital , de Lisboa, en 1968 . Años más tarde, se publicó en el libro Deste Mundo e do Outro . Ojalá su lectura os hable con palabras que sean vuestras. Texto original: José Saramago. ÍndigoHorizonte 25-08-2017, de la imagen, la introducción y la traducción . Reedición: 03-02-2024 Tienes noventa años. Estás mayor y dolorida. Me cuentas que fuiste la joven más bella de tu época — y yo te creo. No sabes leer. Tienes las manos hinchadas y deformes, los pies maltrechos. Sobre la cabeza llevaste toneladas de paja y leña, baldes llenos de agua. Viste salir el sol todos los días. Con todo el ...
El pensador. Y las hormigas
Sospiro
Arena de mil desiertos - IH
L e hubiera gustado contarte muchas cosas. Mil granos de huellas por cada ola en la arena. Pero apenas tenía nada que decir. Más que individuo era gente. Silencio. Barbecho. 804 kilos de espasmo. Tuétano. Amalgama de ría: corriente, tierra buscando una sombra acesa . Prístina está la mar, Cristina. ¿Arde entre nubes el bosque? Riadas de tempo son sangue . Aún es hora de llegar, Bispo. Sim, p orque hoje é quinta feira, Roberto. Y ya sabes, ya. Não foi por interesse, mas com todo interesse do mundo . Y ese horizonte de fuego : Camiño, camiño branco ... non séi para dónde vas, Najla. ¡Y la vida, que, a ratos, muestra su desnudez más bella entre blancos camiños de mar! Cristina, Bispo, Roberto, Najla: ola, horizonte, monte, arena ... caminos viejos que encuentran caminos nuevos, puro lirismo que recomiendo: Na lingua que eu falo , Najla S...
Un poema realmente enternecedor. Y que decir del gran Maurice!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Núria
Un tiempo a vivir cara a cara con la niña que es quien fue madre y desde el tiempo de quien siendo niña ha de ser madre. Precioso y delicado poema y bellísima foto. Abrazo
ResponderEliminarTan real y tan vivido ese poema.
ResponderEliminarUn beso.
Ayer, después de casi.. ¡¡ 5 años sin abrir el blog !! se me ocurrió hacer limpieza general en el correo y de pronto, como preciosas flores que aparecen entre las olvidadas hojas de un libro, encontré tus comentarios "cariño" año.. tras año ...y ... yo sin verte ( como tu madre ) pero como ella, te he sentido ...de verdad, mi querida ÍndigoHorizón .. mi queridísima color azul índigo .. casi me haces llorar, como ahora tu entrada... también yo tengo conmigo a mi madre, como a tú la veo y aunque sé que me mira, no sé si ella me ve... o mejor, no sé lo que ve al verme.. creo que como a ti una hija/mamá jajaja ... en fin, que de un salto he venido a darte las gracias de corazón por el tuyo!!!! un beso de una mamáhija a otra!!! lleno de cariño, de ánimo de todo el preicoso e inmenso azul índigo que a pesar de todo tenemos la suerte de inundarnos .. somos pocas las afortunadas... jaja .. disfrútalo!! y disfruta de ella como ella, tu madre... lo hace de ti.
ResponderEliminarHola, María. Muchas gracias por tu comentario y por tus palabras. Este poema original de Maria do Rosário Pedreira es lo que es porque hace que sus lectoras y lectores, en este caso tú como lectora, te identifiques y te "viertas" en él. Yo lo he traducido y le he añadido una imagen, pero, aunque el poema hable en primera persona y a mí me haya "tocado" como poema y por eso lo haya traducido, yo no soy esa primera persona que habla en él. Un abrazo indiguísimo.
EliminarY esa larga relación materna, ese hilo que nunca se corta, ese tira y afloja. Nuestra, nuestras madres tan imponentes y orgullosas, pero el tiempo pasa y ellas, se transforman en hijas y creemos que por fin alcanzamos la perfección. No. Nunca logramos sus expectativas porque eran sus sueños no los nuestros.
ResponderEliminarBesos querida Nuria.
Maravilloso!!! Enhorabuena y gracias por compartir, saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por vuestro paso y vuestros trazos.
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