Ítaca, Daniel Faria
(Puedes agrandar las imágenes haciendo clic en ellas)
ÍTACA
Lo que duele
Es no poder borrar tu ausencia
Y repetir día tras día los mismos gestos.
Es no poder borrar tu ausencia
Y repetir día tras día los mismos gestos.
Lo que duele
es tu nombre que quedó como mendigo
Descubierto en cada esquina de mis versos
Lo que duele
es todo y más aquello que destejo
Al tejer para ti nuevos regresos
es todo y más aquello que destejo
Al tejer para ti nuevos regresos
© Trad. de Índigo
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Índigo de las imágenes y de esta versión del poema de Daniel Faria que puede leerse a continuación en portugués, extraído de Poesia, Assírio & Alvim, edición de
Vera Vouga, Porto Editora, 1ª edición, mayo de 2012, ISBN 978-972-0-79307-2, p
379.
ÍTACA
O que dói
É não poder apagar a tua ausência
E repetir dia após dia os mesmos gestos
É não poder apagar a tua ausência
E repetir dia após dia os mesmos gestos
O que dói
é o teu nome que ficou como mendigo
Descoberto em cada esquina dos meus versos
é o teu nome que ficou como mendigo
Descoberto em cada esquina dos meus versos
O que dói
é tudo e mais aquilo que desteço
Ao tecer para ti novos regressos
é tudo e mais aquilo que desteço
Ao tecer para ti novos regressos
© Daniel Faria (en Das Madrugadas, Oxálida). Poesia, Assírio & Alvim, ediçao de
Vera Vouga, Porto Editora, 1ª ediçao , mayo de 2012, ISBN 978-972-0-79307-2, p
379.
Estas fotos son exquisitas, me gusta mucho la primera con esa deliciosa luminosidad que expone las cicatrices de esas rocas. El poema es una verdadera joya. Besos.
ResponderEliminarHola Índigo!
ResponderEliminarHay ausencias que duelen demasiado... Más aún cuando la indiferencia es usada como arma, a sabiendas del dolor que produce...
Saludos!!
RoB
Otras veces te digo que no sé que me gusta más si el poema o fotos, hoy lo tengo claro, la primera foto se ha apoderado de mi, su luminosidad, la nitided con que se aprecian los poros y los estratos de las rocas es una maravilla.
ResponderEliminar¡Preciosa! Un abrazo
¡Cómo duele borrar ausencias!. Intentar avanzar, cuando el corazón continúa adherido a una mirada que siempre le inquietará, es una tarea imposible...
ResponderEliminarMe encantó la primera fotografía, es hermosa mi querida amiga. Tiene tanta luz y claridad.
Besitos y abrazos.
Hay presencias que se rehusan a marcharse, se esconden entre lo cotidiano y cuando menos lo esperamos, saz, allí están cloros como el agua.
ResponderEliminarSaludos índigo.
¿Cómo será vivir sin dolor?
ResponderEliminarSí, lo que duele es la soledad con la puerta abierta para que entre la nostalgia. besos.
ResponderEliminarAcabamos modelados como ese paisaje: por el viento, el agua y el tiempo. Besos.
ResponderEliminarSiempre llega un momento que el dolor se diluye.Besos.
ResponderEliminardaniel faria e tuas fotografias são sempre um alendo para a alma, uma pulsação vital.
ResponderEliminarbeijos, querida!