J'entends des bruits lointains. Et, soudain, meine kleine Nachtmusik. Mais mes yeux regardent les ailes de libellules que j'ai prises dans la rivière tout à l‘heure. L'une s'envole et atterrit sur mes paupières. Je vois mes doigts la prendre tout en douceur avant qu'elle ne parte trop loin. Et l'écho de murmurer : « Prise et cassée, ça ne va pas, toi ? ». Mais l’aile est têtue et, comme elle m'y incite, je la dépose sur la page de mon cahier pour qu'elle côtoie l'autre qui, muette, l'attend, d’un air félin.
Carta a Josefa, mi abuela, José Saramago
En este mundo en que vivimos la carta que Saramago escribió a su abuela en 1968 me parece de plena actualidad y un buen punto de partida para una reflexión sosegada y profunda. Por eso, la he traducido al castellano y os la ofrezco a continuación. José Saramago publicó l a crónica Carta a Josefa, mi abuela en el periódico A Capital , de Lisboa, en 1968 . Años más tarde, se publicó en el libro Deste Mundo e do Outro . Ojalá su lectura os hable con palabras que sean vuestras. Texto original: José Saramago. ÍndigoHorizonte 25-08-2017, de la imagen, la introducción y la traducción . Reedición: 03-02-2024 Tienes noventa años. Estás mayor y dolorida. Me cuentas que fuiste la joven más bella de tu época — y yo te creo. No sabes leer. Tienes las manos hinchadas y deformes, los pies maltrechos. Sobre la cabeza llevaste toneladas de paja y leña, baldes llenos de agua. Viste salir el sol todos los días. Con todo el pan que amasaste se podría haber hecho un banquet