Cómo se hace el poema, Nuno Júdice Para hablar del mejor modo de hacer un poema, la retórica no sirve. Se trata de algo simple, que no precisa de retóricas ni fórmulas. Se toma una flor, por ejemplo, pero que no sea de esas flores que crecen en medio del campo, ni de las que se venden en tiendas ni mercados. Es una flor de sílabas, en que los pétalos son las vocales y el tallo una consonante. Se pone en el jarro de la estrofa y se deja estar. Para que no muera, basta el pedazo de primavera en el agua que va a buscar la imaginación en un día de lluvia, o el que entra por la ventana cuando el aire fresco de la mañana llena el cuarto de azul. Entonces, la flor se confunde con el poema, pero todavía no es el poema. Para que nazca, la flor precisa encontrar colores más naturales de los que la naturaleza le dio. Pueden ser los colores de tu rostro –su blancura, cuando el sol se vierte en ti – , o el fondo de tus ojos en que todos los colores de la vida se confunden c...
·.
Estos retratos antiguos tienen una serenidad fantástica. El posado era necesario por la velocidad de la cámara y esa suavidad en las facciones era siempre una consecuencia.
Bello retrato del triunfo de la vida sobre la tierra 'vulvosa'
Gran abrazo Nuria
y hasta mi regreso de esta ausencia temporal.
.·
LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
el arte calma mis ansias
ResponderEliminargracias
Esté donde esté, con esa mirada, con esos ojos, la mujer nos está hablando...
ResponderEliminarExcelente retrato de un pasado que siempre está presente.
ResponderEliminarUn abrazo Núria
Siguen viviendo en quienes quedamos y esas miradas que parecen contar sin decir.
ResponderEliminarBelleza en suma.
Abrazos